Atarrabi y Miketatz son los dos hijos que tuvieron Mari y Sugar. Son la personificación del bien y del mal respectivamente.
Cuenta la leyenda que Mari dejo al demonio (Etsai o Akerbeltz) cómo tutor y maestro de
Atabarri y Mikelats. Cuentan los dicen conocer el paradero de la cueva de Etsai, que esta se
encontraba en Nafarroa, en las cuevas de Zugarramurdi. Etsai enseñó a Mikelats toda la ciencia
del mal, en cambio Atarrabi, adquirió toda la ciencia del bien.
El demonio, a su vez, enseñaba a otros aprendices. Pero había un trato previo pautado con este, y
es que cuando concluyesen su formación, uno de los estudiantes debería quedarse cómo esclavo
para ayudar al demonio hasta el final de su vida.
Y llego el día, los estudios concluyeron y el diablo se puso cercano a la entrada de la cueva y,
según los estudiantes iban saliendo, el diablo les preguntaba:
-¿Tú vas a quedarte con migo?
Y el que salía, apresurándose a salir contestaba:
-Yo no, se quedará el de atrás.
Y asó uno a uno le respondían lo mismo abandonando la cueva; y así hasta el último, que fue
Atarrabi que al preguntarle:
-¿Serás tú quien se quede con migo?
También respondió:
-no, se quedará el de atrás.
Y rapidísimo salió de la cueva; pero el demonio estiró sus zarpas para agarrarle, pero no le dio
tiempo, aunque si para atrapar su sombra. Y es así como Atarrabi perdió su sombra (aunque esta
suplió los servicios) consiguiendo liberarse más adelante cómo su hermano Mikelats.
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